Gracias, gracias, infinitas gracias; Primeramente a Dios por permitirme llegar a cada padre, madre, joven, niño y niña, docentes, directivas y a todos los miembros del colegio Liceo El Encuentro por permitirme vivir y compartir 2 meses de espacios de construcción, restauración y compartir donde aprendimos que: EL AMOR EN FAMILIA ES POSIBLE.


